Los gremios ya han mostrado su negativa al ofrecimiento de un aumento del 15% con distintas bonificaciones no remunerativas.
LA PLATA (Corresponsalía)- Hoy habrá un nuevo encuentro entre el Ejecutivo y los representantes de la educación bonaerense, a un día de que ATE, AJB, Cicop y el Frente de Unidad Docente comiencen con la medida de fuerza en la que estatales, maestros, médicos y judiciales (además de los trabajadores del Bapro) marcharán hacia la gobernación para expresar su descontento con el desarrollo de las negociaciones paritarias, en las que el gobierno de María Eugenia Vidal parece no moverse del techo del 15% que se autoimpuso.
El paro previsto para mañana es parte de una medida de fuerza que culminará frente a la sede gubernamental de calle 6, donde los gremios llegarán para expresar su repudio a la forma en la que el equipo de Vidal maneja la negociación, así como lo hizo la semana pasada, cuando frente a la Legislatura provincial, en la plaza que la separa de la gobernación, instaló una carpa docente a forma de protesta.
Los representantes de los trabajadores de la educación bonaerense Roberto Baradel (Suteba), Miguel Díaz (Udocba) y Mirta Petrocini (FEB) han hecho saber en reiteradas oportunidades su descontento a la única oferta realizada por el gobierno bonaerense, así como también lo hicieron los delegados de ATE, Cicop y AJB, quienes apoyaron la negativa al ofrecimiento del incremento salarial del 15%.
Con este panorama, la reunión prevista para las 14 horas en sede del Ministerio de Economía provincial (el gobierno de Vidal nunca realizó paritaria alguna en la Subsecretaría de la Negociación Colectiva del sector Público, dependiente del Ministerio de Trabajo) no avizora un panorama diferente al que tuvo durante todo el mes de marzo, por lo que la medida de fuerza convocada para mañana estará en vigencia más allá de la propuesta del Ejecutivo.
Habrá que ver cómo se mueve el gobierno para seducir a los gremios, ya que el inamovible aumento del 15% en tres tramos (que en términos reales es un incremento del 8,1% si tenemos en cuenta los doce meses del año), a los que primero le incorporaron los 6.000 pesos por presentismo y luego otros 3.000 por capacitación (como bonificaciones no remunerativas y por única vez), no fueron suficientes frente a las pretensiones de un 20% y una cláusula gatillo atada a la inflación.
Sobre este último punto, que fue el que finalmente cerró la paritaria de 2017, Vidal parece no dar marcha atrás en su negativa, aunque podría ceder y llegar a un punto medio impulsando una revisión a mitad de año, que habrá que ver si es suficiente para torcer el brazo de los gremios en este punto en particular.